Tras un período de marcada volatilidad en el mercado financiero, con movimientos bruscos en las tasas de interés y en el tipo de cambio, diferentes analistas coinciden en que Argentina está entrando en una fase de estabilización. Según un informe privado difundido esta semana, el proceso de desarme de las LEFIs (Letras Fiscales de Liquidez) y las medidas adoptadas por el Banco Central y el Ministerio de Economía apuntarían a alcanzar un «nuevo equilibrio» en los principales indicadores económicos y financieros.
Contexto de la volatilidad y el desarme de las LEFIs
El 9 de junio pasado, el Banco Central de Argentina anunció la estrategia para el vencimiento de las LEFIs, un instrumento utilizado para sustituir los pasivos remunerados del Banco Central y que generó una serie de movimientos bruscos en los mercados. Desde esa fecha, las tasas de interés en pesos, que en un momento alcanzaron cifras cercanas al 98% de tasa efectiva anual, comenzaron a fluctuar vertiginosamente, reflejando el impacto del proceso de desarme de estos instrumentos.
El desarme implicó que los bancos transferirán alrededor de ARS 15,7 billones en LEFIs, siendo reemplazados en su mayoría por otros instrumentos como LECAPs y cauciones, o depositados en cuentas corrientes en el Banco Central. Esto tuvo efectos inmediatos en las tasas y en la liquidez del sistema, generando una montaña rusa en los niveles de interés a corto plazo.
Las medidas del Banco Central y la transición hacia la estabilidad
El Banco Central implementó varias medidas para contener la volatilidad, incluyendo la apertura temporal de ventanas de operación y la intervención en mercados de títulos en pesos y futuros de dólares. Estas acciones, según expertos, estaban destinadas a frenar los saltos en las tasas y estabilizar el tipo de cambio, en un contexto de ajustes económicos en plena transición.
El informe de Quantum, firma dirigida por Daniel Marx —exsecretario de Financiamiento de Argentina—, señala que las políticas adoptadas imitan operaciones tradicionales de «pasivos remunerados» y que, tras los movimientos de julio, la expectativa es que las tasas se vayan acomodando a una situación de mayor equilibrio.
El impacto en la economía real y las perspectivas a futuro
El proceso de ajuste y desarme de las LEFIs, que llevó a una expansión monetaria de aproximadamente ARS 4,8 billones y a una caída de USD 21.386 millones en deuda, apunta a reducir la volatilidad y a preparar el escenario para una estabilidad más sostenida en los próximos meses.
Mientras tanto, las empresas y los actores económicos continúan reclamando una disminución en las tasas de interés activas, ya que estas tasas elevadas mantienen una fuerte restricción para la recuperación de la actividad productiva. La expectativa es que, al estabilizar los indicadores, se facilitará el acceso al crédito y se fomentará la inversión para que la economía pueda retomar su dinamismo.
Repercusiones y análisis de expertos
Especialistas en economía consideran que la fase actual representa un proceso de transición hacia un escenario de mayor previsibilidad. El consenso señala que la gestión de los pasivos y las tasas será clave para evitar nuevos shocks financieros y promover un crecimiento sostenido.
El profesor Bausili y otros analistas han coincidido en que la clave está en mantener las políticas de control de liquidez y control de tasas sin perder de vista la inflación y la estabilidad del dólar, que continúan siendo factores determinantes para la recuperación económica.
Conclusión: hacia un nuevo equilibrio
Con la eliminación de las LEFIs y la implementación de nuevas estrategias, Argentina busca consolidar un panorama económico donde los shocks se reduzcan y las variables clave se acerquen a niveles más estables. La etapa de ajuste, aunque todavía presenta desafíos, marca un punto de inflexión en la política financiera del país, con una mirada puesta en el largo plazo y en la recuperación del equilibrio macroeconómico.