El presidente Javier Milei ha dejado en claro que no negociará fondos ni medidas que afecten el equilibrio fiscal. Esta posición, en medio de intensas negociaciones con los gobernadores provinciales, refleja su estrategia de mantener una postura intransigente frente a las presiones del poder territorial y político en Argentina.
El rechazo a la apertura de negociaciones y la estrategia de Milei
Desde la Casa Rosada aseguran que el gobierno no cederá en la distribución de fondos ni en las reformas impulsadas por la oposición en el Congreso. La respuesta del oficialismo se basa en la afirmación de que los legisladores deben votar según sus convicciones, sin buscar beneficios políticos o económicos a cambio. Esta postura, interpretada como una firme defensa del equilibrio fiscal, ha provocado que en las provincias se unan en respaldo a ley que afectan las cuentas nacionales, como los proyectos para transferir automáticamente fondos vía ATN y la coparticipación en impuesto a los combustibles.
El peso de las medidas y sus costos fiscales
Los cálculos sobre el impacto fiscal de estas leyes varían, pero todos coinciden en que su aprobación tendría efectos significativos en las finanzas públicas. La Oficina de Presupuesto del Congreso estima que el costo podría llegar a 0,42% del PBI en el peor escenario, solo en materia de discapacidad, y sumar hasta 1,46% del PBI si se incluyen cambios en jubilaciones y el reparto de fondos.
Expertos de Analytica y PxQ señalan que, en el mejor escenario, el impacto podría alcanzar 1,6% del PBI en 2026 y aproximadamente 0,8% en 2025. Estos números representan un aumento considerable en el gasto público, que el gobierno intenta frenar mediante vetos y acciones judiciales.
La tensión interna y el papel de Santiago Caputo
Uno de los puntos de mayor incertidumbre es la relación con Santiago Caputo, asesor estrella del gobierno, quien en los últimos días ha replegado su participación en las negociaciones con los gobernadores y legisladores. En la Casa Rosada sugieren que su rol se ha reducido debido a las diferencias con Karina Milei, hermana del presidente, y a su estrategia de mostrar que la gestión necesita un liderazgo unido en la competencia electoral futura.
Las privatizaciones y el proyecto de infraestructura
Otro frente complejo es la gestión de privatizaciones. Los proyectos para concesionar rutas y servicios públicos enfrentan obstáculos derivados de la falta de una autoridad clara y de la poca voluntad política para avanzar. Las propuestas que se presentaron, como licitar más de 9000 kilómetros de rutas, están en duda por la baja participación de empresas interesadas y la inseguridad sobre el marco tarifario.
El escenario electoral hacia 2027 y los movimientos sindicales
Mientras el gobierno intenta posicionarse, algunos líderes sindicales y funcionarios de menor rango comienzan a mantener contactos discretos con las provincias, pensando en una posible alianza de centro de cara a las elecciones nacionales de 2027. La estrategia apunta a renovar el liderazgo y a desvincularse de figuras tradicionales, como Cristina Fernández y Axel Kicillof, en un escenario que se anticipa de alta polarización y tensiones políticas.
El próximo período será decisivo: el oficialismo busca mantener su cohesión, mientras la oposición suele aprovechar las fisuras para avanzar en sus agendas. La firmeza de Milei en mantener su postura podría definir el rumbo político del país en los años venideros.