El 23 de noviembre de 2023, la colaboración internacional LIGO-Virgo-KAGRA (LVK),detectó el evento GW231123, que consiste en la fusión de dos agujeros negros con masas de 137 y 103 veces la del Sol. Esta colisión generó uno de los agujeros negros más masivos que se haya registrado hasta la fecha, con una masa de aproximadamente 225 masas solares. Este descubrimiento representa un hito en la astrofísica y pone a prueba los <
Detalles del evento y detección
Este evento, ocurrido en la noche del 23 de noviembre, fue detectado por la red de detectores de ondas gravitacionales de la colaboración LVK y se presentó oficialmente en la 24ª Conferencia Internacional sobre Relatividad General y Gravitación (GR24) en Glasgow, Escocia. La relevancia de esta detección radica en las altas masas involucradas y en las características de rotación de los agujeros negros, que desafían los modelos existentes.
Implicaciones científicas y formación de agujeros negros
Los científicos sugieren que estos objetos podrían haberse formado a través de fusiones jerárquicas, un proceso que implica varias fases de fusiones previas de agujeros negros más pequeños. Esto rompe con las predicciones tradicionales y plantea nuevas hipótesis sobre la evolución de estos cuerpos celestes. Además, ambos agujeros negros tenían velocidades de rotación cercanas a los límites de la relatividad, uno del 90% y el otro del 80%, lo que brinda claves sobre su origen.
Avances en la investigación y datos abiertos
Desde 2015, la red de observatorios de ondas gravitacionales ha registrado más de 200 eventos, y el descubrimiento de GW231123 amplía este catálogo. Los datos de esta detección estarán disponibles para otros investigadores a través del Centro de Ciencia Abierta de Ondas Gravitacionales (GWOSC), fomentando la colaboración y el avance en el conocimiento del universo. La continua monitorización y análisis proporcionan una visión más profunda sobre la formación y evolución de los agujeros negros, y contribuyen significativamente a la cosmología.