La doctora Raquel Blasco Redondo, responsable de la Unidad de Medicina Interna del Centro Regional de Medicina Deportiva de Castilla y León, recalca la importancia de que los profesionales de la salud prescriban ejercicio físico a las personas mayores. Esta recomendación busca disminuir riesgos de caídas y fracturas, además de mejorar la calidad de vida y reducir los costos en tratamientos y cuidados.
Ejercicio como herramienta en la prevención de fracturas
El ejercicio jugando un papel fundamental en la prevención y tratamiento de la osteoporosis, enfermedad que debilita los huesos y aumenta el riesgo de fracturas. Estudios científicos respaldan que las cargas mecánicas repetidas, como el entrenamiento de fuerza o el ejercicio aeróbico con impacto, estimulan la formación ósea. Además, ayudan a mejorar la masa muscular, el equilibrio y la coordinación, disminuyendo así el riesgo de caídas peligrosas.
Consecuencias de las fracturas en la tercera edad
La ruptura de cadera en personas mayores suele tener gravísimas consecuencias, generando deterioro en su calidad de vida. Además, estas complicaciones afectan a los cuidadores y requieren a menudo servicios de rehabilitación costosos e inaccesibles para muchas familias. La prevención mediante ejercicio y nutricosmeticas resulta esencial para evitar estos escenarios.
Medidas preventivas y alimentación
Adoptar medidas como la práctica regular de ejercicios de fuerza y aeróbicos, junto con una adecuada nutrición, son claves para fortalecer los huesos y mantener una buena densidad mineral ósea. Estas acciones contribuyen a una mejor salud ósea en etapas avanzadas, ayudando a prevenir la osteoporosis y las fracturas.
Prescripción personalizada y formación profesional
La prescripción de ejercicio debe ser individualizada, teniendo en cuenta las capacidades, gustos y limitaciones de cada paciente. Es fundamental que los profesionales de la salud reciban formación especializada en este ámbito, para diseñar programas de ejercicio adaptados y efectivos, fomentando la adherencia y la mejora en salud.
Impulso y futura aplicación en la práctica clínica
Este enfoque, que combina ejercicio y nutrición, pretende reducir costos sanitarios asociados a fracturas y mejorar la calidad de vida de los mayores. La integración del ejercicio físico en las consultas médicas tradicionales requiere un mayor compromiso formativo e institucional, para asegurar que todos los pacientes reciban una atención preventiva eficaz.