FORMOSA (De una enviada especial).– Después de 29 años en el poder, Gildo Insfrán se enfrenta a una elección con un desafío inédito: la Corte Suprema cuestionó la legalidad de su reelección indefinida. Este fallo ha alterado el panorama político local, transformando los comicios en un plebiscito sobre el modelo de poder que ha dominado Formosa desde 1995. Los formoseños no solo votarán por concejales y 15 legisladores provinciales, sino también por 30 convencionales constituyentes que podrían reformar el artículo 132 de la Constitución provincial, el cual permite la permanencia indefinida del gobernador.
Lejos de retirarse tras este revés judicial, Insfrán ha respondido con una serie de inauguraciones y ha movilizado todo el aparato oficialista, con el objetivo de ganar las elecciones de manera contundente, buscando deslegitimar en las urnas la advertencia de la Corte. “Este es el último día para inaugurar obras, y lamento que queden muchas más por realizar”, lamentó de manera irónica durante la apertura del Hospital de la Madre y la Mujer, su última actividad institucional previa a la veda electoral. A pesar de la prohibición de actos de campaña, la maquinaria proselitista sigue en acción.
Este domingo, 488.951 formoseños podrán emitir su voto en 1501 mesas distribuidas en 261 establecimientos. Participan 1683 candidatos organizados en cuatro lemas, siendo el oficialista Partido Justicialista quien lidera con 56 sublemas. La oposición, por su parte, se presenta fragmentada, con el Frente Amplio Formoseño uniendo a diversas fuerzas políticas, aunque con divisiones internas. Cada grupo opositor busca fraternizar sus fuerzas para contrarrestar la histórica dominación del oficialismo, especialmente en un momento crítico donde se juega no solo la renovación de cargos, sino el propio futuro político de Insfrán. Los primeros resultados se esperan para después de las 21.