La incorporación de rituales en la vida de pareja puede tener efectos significativos sobre la calidad de la relación y, en particular, sobre la vida sexual. De acuerdo con un artículo publicado por la revista GQ, estas prácticas ayudan a evitar que la relación entre en piloto automático, refuerzan el interés mutuo y promueven una conexión más profunda entre los integrantes de la pareja. Los rituales de pareja no tienen una única forma ni deben ser idénticos en todas las relaciones. Pueden incluir desde actividades cotidianas hasta celebraciones relevantes, siempre que estén orientadas a demostrar cuidado, atención y presencia.
Según la Universidad de Stanford, mantener rituales positivos en la vida diaria puede traducirse en mayor éxito y bienestar; al aplicarse en el contexto de pareja, estos mismos principios se reflejan en relaciones más estables, felices y duraderas. Expertos en relaciones, como los del sitio especializado Marriage, destacan que los rituales ayudan a aumentar la intimidad, fortalecer la conexión emocional y reducir sentimientos de desconexión. Estos pueden ser tan simples como reunirse cada lunes tras el trabajo o reservar un momento diario para hablar sobre lo que agradecen del otro.
Uno de los rituales más recomendados es el de mantener date nights (citas de noche) regulares, incluso en relaciones a largo plazo. El Gottman Institute, especializado en estudios sobre relaciones de pareja, señala que estas citas, que pueden realizarse en casa o fuera de ella, son una oportunidad para reconectar emocionalmente y mantener viva la chispa. Junto con los rituales compartidos, los preparativos individuales antes de un encuentro sexual también pueden enriquecer la experiencia y contribuir al bienestar general dentro de la relación.