Caroline Aristides Nicolichi, una empresaria de 26 años de São Paulo, se convirtió en protagonista de un caso que ha generado gran atención en Brasil y en redes sociales. La madre intentó modificar el nombre de su hija recién nacida, Ariel, por considerar que causaba confusión de género, pero se encontró con la negativa del registro civil, provocando un debate sobre las leyes y derechos en la materia.
Origen del arrepentimiento y confusión de género
La historia comenzó en agosto cuando Caroline y su esposo, residentes de Indaiatuba, viajaron a São Paulo para el nacimiento de su cuarta hija. Registraron a la bebé con el nombre de Ariel, un nombre considerado neutro, pero que en el entorno hospitalario fue interpretado como masculino, generando respuestas como «¿Cómo está Ariel?» y «¿Vamos a examinarla?». Esta confusión llevó a los padres a decidir cambiar el nombre a Bella para evitar malentendidos y posibles conflictos futuros.
El proceso y la negativa del registro civil
El 18 de agosto, la pareja solicitó oficialmente el cambio de nombre en la Oficina del Registro Civil de Jardim Paulista, São Paulo. Inicialmente, les aseguraron que todo estaba en orden y que podrían recoger el nuevo documento en cinco días. Sin embargo, al regresar el 25 de agosto, se encontraron con una sorpresa: la solicitud fue denegada, argumentando que el arrepentimiento no es motivo válido para modificar un nombre registrado, de acuerdo con la ley brasileña.
Incidente y denuncia por amenazas
La situación se tornó más tensa cuando el funcionario del registro civil, supuestamente alterado, comenzó a gritar y a hacer amenazas. Caroline, afectada y en estado de shock, decidió llamar a la policía, denunciando trato inapropiado y amenazas. La madre afirmó haber salido del lugar llorando, con síntomas de estrés intenso y tomando medicación para sobrellevar el impacto emocional causado por el incidente.
Respuesta institucional y debate legal
El registro civil negó las acusaciones, asegurando que las acciones se ajustaron a la legislación. La institución afirmó que ningún empleado profirió amenazas. Sin embargo, el caso ha propiciado la intervención de la Justicia, con un juez que evalúa la situación y una solicitud para investigar lo ocurrido.
Por su parte, Caroline prepara acciones legales si se ratifica la negativa, defendiendo su derecho y el de su hija a modificar el nombre, basado en el artículo 55, párrafo 4 de la Ley Nº 6015/73. Este caso revela posibles discrepancias en la interpretación legal del cambio de nombres en Brasil y ha generado un debate sobre los derechos de los padres y las normas administrativas en el país.
Implicaciones y reflexión
El caso evidencia la dificultad para realizar cambios en registros civiles en Brasil y plantea cuestionamientos sobre la flexibilidad de la ley frente a casos de arrepentimiento o errores en la elección del nombre. Además, pone en evidencia la necesidad de actualizar y aclarar las normativas que regulan estos procedimientos, garantizando los derechos y la dignidad de las familias.
Mientras tanto, la historia de Caroline continúa siendo un ejemplo de los desafíos sociales y legales en torno a la identidad y el derecho familiar en Brasil.