La reciente imposición de aranceles por parte de Estados Unidos ha generado un impacto inesperado en la política interna de Brasil, fortaleciendo la popularidad del presidente Luiz Inácio Lula da Silva. La tensión entre ambos países en el ámbito comercial y político ha abierto un escenario de nuevo interés en la gestión de Lula y en la relación bilateral.
Contexto de la medida y respuesta de EE. UU.
El 10 de julio de 2025, el gobierno de Estados Unidos, encabezado por Donald Trump, anunció la imposición de un arancel del 50% a las importaciones brasileñas, efectivo desde el 1 de agosto. La medida fue justificada por el presidente Donald Trump como una respuesta a lo que calificó como una «persecución política» contra el expresidente Jair Bolsonaro, actualmente enfrentando un juicio judicial en Brasil. Trump también criticó las acciones del Tribunal Supremo de Brasil, asegurando que dichas acciones son «secretas» y «ilegales».
Reacciones inmediatas en Brasil
El presidente Lula expresó de inmediato su postura ante esta medida, señalando que «Brasil es un país soberano» y que «no aceptará ser controlado por nadie». Además, anunció que aplicará medidas recíprocas si Estados Unidos concreta los aranceles, en línea con una estrategia de protección de los intereses nacionales.
El gobierno de Brasil convocó a una reunión de urgencia con su gabinete para evaluar la situación y decidir las acciones a seguir. Por su parte, la vicepresidencia y diferentes ministros manifestaron su desacuerdo con la medida estadounidense, reafirmando la intención de defender los sectores más afectados, como el agrícola y el industrial.
Repercusión política y económica en Brasil
El aumento de desencuentros en materia comercial ha desencadenado un aumento en el apoyo popular hacia Lula. Según una encuesta realizada entre el 10 y el 14 de julio, la aprobación del mandatario subió del 40% al 43%, mientras que la desaprobación cayó del 57% al 53%. Este incremento en respaldo refleja el fortalecimiento de una postura de resistencia frente a la política exterior estadounidense y una mayor confianza en la gestión de Lula en estos momentos de tensión internacional.
Declaraciones clave de Lula
- «Brasil es un país soberano, con instituciones independientes, que no aceptará ser controlado por nadie»
- «Si nos cobra el 50%, le cobraremos el 50%. A Brasil se le respeta»
- «Lo que no puede hacer es pensar que fue elegido para ser el sheriff del mundo; fue elegido para ser presidente de Estados Unidos. Puede hacer lo que quiera dentro de Estados Unidos. Aquí en Brasil, quienes mandamos somos nosotros, los brasileños»
Posibles consecuencias y próximos pasos
El escenario actual podría derivar en una guerra comercial entre ambas naciones, afectando sectores estratégicos como la agricultura, la industria aeronáutica y otros rubros de exportación. Además, este conflicto fortalece el nacionalismo en Brasil, lo que beneficia la imagen de Lula en el escenario interno y podría consolidar su liderazgo político.
Asimismo, se esperan acciones diplomáticas y económicas por parte de Brasil para mitigar los efectos de los aranceles y procurar alianzas con otros países, principalmente con China, en un contexto de incertidumbre global y tensiones comerciales.
Implicaciones y reproducciones adicionales del conflicto
La medida de EE. UU. ha sido interpretada como un intento de influir en la política interna brasileña, especialmente en el proceso judicial contra Bolsonaro, lo que ha generado fuertes críticas internacionales y debates sobre la interferencia en la soberanía de los países. Frente a esto, Lula ha reiterado su compromiso con la defensa de la soberanía nacional y ha mostrado su disposición a explorar nuevas alianzas internacionales para fortalecer la economía brasileña en un escenario de tensiones.