Julieta Silva volvió a ser noticia en Argentina tras ser detenida por agredir a su actual pareja, en un episodio que sumó tensión a su historia judicial y personal. La mujer, que ya había estado en la mira por un trágico homicidio ocurrido en 2017, se encuentra ahora bajo prisión domiciliaria con tobillera electrónica debido a esta nueva denuncia de violencia de género.
Contexto y antecedentes de Julieta Silva
En 2017, Silva fue condenada por el homicidio culposo de su entonces novio, Genaro Fortunato, un rugbier de 25 años. La muerte ocurrió tras un incidente en un boliche de Mendoza donde ella conducía bajo los efectos del alcohol. La sentencia, en 2018, la condenó a tres años y nueve meses de prisión, además de la inhabilitación para conducir por ocho años.
Luego de cumplir dos tercios de su condena, en 2020, recuperó su libertad. No obstante, su pasado marcado por la violencia y la tragedia no quedó ajeno a la atención pública y judicial, y su historia personal siguió sumando episodios de conflicto y denuncia.
Nuevo episodio de violencia y procedimientos judiciales
El reciente incidente, ocurrido el 12 de julio, fue denunciado por su pareja, quien llamó desesperadamente al 911 desde el baño de su vivienda alegando una situación de agresión. La Policía acudió al domicilio y constató lesiones en el hombre, una escoriación y tumefacción, atribuidas a Silva.
La mujer fue detenida y, tras la denuncia, se le impuso una medida de prohibición de acercamiento. Este jueves, quedó imputada por *lesiones leves agravadas por el vínculo* y permanece en prisión domiciliaria, mientras continúa la investigación.
La reacción y defensa de Julieta Silva
En un contacto con la prensa, Silva intentó minimizar el episodio y defendió su conducta: “No fue más que una discusión”, afirmó, en declaraciones que generaron polémica. La imputada además comentó que con el tiempo la situación se resolverá y que lo que pesa en su entorno es la percepción de su nombre.
Por otro lado, en sus declaraciones también expresó que los hechos no representan su realidad y que ella solo busca proteger a su hija menor, de un año, en medio de un clima de tensión y polémica pública.
Reacciones y antecedentes judiciales más recientes
Fuentes judiciales informaron que la causa está en fase de recopilación de pruebas, incluyendo actas policiales, declaraciones y testimonios. No hay aún una acusación formal por parte del Ministerio Público, aunque se analizan diversas hipótesis que podrían incluir lesiones, amenazas o violencia familiar.
El caso ha despertado reacciones en la comunidad, en particular en sectores que cuestionan la gestión de la justicia frente a casos de violencia de género y la atención a víctimas en contextos de antecedentes complejos y violencia previa.
Implicaciones y desafíos del caso
Este episodio evidencia los desafíos de abordar la violencia de género en contextos donde existen antecedentes penales y hechos de alta sensibilidad social. La historia de Silva plantea preguntas sobre las políticas judiciales, la protección de las víctimas y la prevención de conductas violentas en relaciones de pareja.
Las autoridades judiciales y sociales seguirán monitoreando el caso, en tanto se recopilan evidencias y se busca ofrecer una respuesta adecuada que garantice la protección de las víctimas y la justicia en un escenario complejo y sensible.