La historia de Darío Ramírez, un electricista de 63 años que busca una oportunidad laboral, ha conmovido y generado conciencia sobre la realidad laboral en Argentina. Su publicación en LinkedIn se viralizó en pocas horas, poniendo en evidencia la situación de muchos trabajadores de larga trayectoria que enfrentan dificultades para mantenerse activos en el mercado laboral.
La historia de Darío y su motivación
Darío, residente en Escobar, inició su carrera laboral a los 18 años y desde entonces acumuló más de 33 años de aportes. Sin embargo, actualmente, se encuentra en una situación difícil, sin empleo y con la necesidad de sostener a su familia. En su publicación, expresó con sinceridad: “Tengo ganas y necesito trabajar”.
Su historia va más allá de un simple pedido de empleo. Él busca demostrar que la experiencia y la voluntad de trabajar no tienen fecha de vencimiento. La publicación se convirtió en un símbolo de rechazo a la edad como barrera en la inserción laboral y en un reclamo por oportunidades justas para todos.
El contexto familiar y las dificultades actuales
Junto a su esposa Gladys Maurente, que padece hipotiroidismo, ataques de pánico y ansiedad, atraviesan una situación económica complicada. La preocupación por pagar el alquiler y la necesidad de comprar medicamentos para su esposa empujan a Darío a buscar activamente un empleo.
Trayectoria laboral y obstáculos
Darío ha trabajado en mantenimiento industrial, logística terrestre y marítima, y operaciones de campo. Aunque cuenta con vergüenza y ética laboral, reconoce que su edad y la falta de recursos, como un vehículo para transportar herramientas, le restan posibilidades en un mercado muy competitivo.
Su último contrato finalizó en mayo y, desde entonces, ha tenido pocas entrevistas laborales, todas sin resultado válido. A pesar de esto, mantiene una actitud positiva y una voluntad firme de seguir trabajando.
Rechazo a las donaciones y llamado a la oportunidad
Darío deja en claro que no busca donaciones ni ayuda económica. En cambio, expresa que solo quiere una oportunidad para demostrar su capacidad y voluntad de trabajo. Afirma que, si le enseñan algo que no sabe, rápidamente aprenden y se adapta a las necesidades laborales.
El mensaje y la esperanza de Darío
Con un espíritu resiliente, Darío finaliza su mensaje diciendo: “Lo único que pido es una oportunidad”. Su historia refleja la realidad de muchos argentinos que, con experiencia y ganas, se enfrentan a un mercado laboral que muchas veces no los considera por su edad o recursos.
Su caso se vuelve un símbolo de lucha y resistencia en medio de un contexto económico difícil, y plantea la necesidad de políticas que promuevan la inclusión laboral de los mayores de 50 años.