Franco Colapinto, representante de la escudería Alpine en la Fórmula 1, enfrentó una carrera desafiante en el circuito de Monza durante el Gran Premio de Italia. El joven piloto argentino, de 22 años, concluyó en la posición 17 tras una serie de problemas técnicos y físicos, y una decisión controversial que involucró un cambio de autos con su compañero Pierre Gasly.
Inicio complicado y rendimiento del monoplaza
Desde el comienzo del GP, Colapinto se mostró competitivo, llegando a estar en el puesto 12. Sin embargo, el deterioro del rendimiento del auto y los problemas de adhesión de los neumáticos afectaron su desempeño en la pista, un escenario que se repite en las carreras debido a las dificultades técnicas del A525 de Alpine.
El pedido urgente y el problema físico
En los últimos giros, su ingeniero Stuart Barlow le ordenó por radio realizar un cambio de autos en la curva 8, una decisión que generó controversia y debate. Uno de los momentos clave de la comunicación ocurrió cuando Colapinto aseguró: «No puedo, me está dando un calambre», revelando una complicación física durante la competencia.
Reclamos técnicos y problemas de manejo
Durante toda la carrera, Colapinto acusó falta de grip y problemas de frenado en la parte trasera. Estas dificultades, sumadas al rendimiento limitado del motor y a la falta de ritmo, hicieron que su desempeño fuera aún más difícil. La estrategia de neumáticos también afectó su rendimiento: comenzó con neumáticos medios y luego cambió a duros, lo que influyó en su agarre y control en pista.
Comentarios finales y evaluación de la carrera
En la conclusión de la prueba, Colapinto expresó su satisfacción por haber finalizado y admitió que fue una tarde muy difícil. «Fue una carrera muy larga y dura, sin ritmo y con muchas dificultades», señaló. La valoración general del piloto fue de ”falta de ritmo y la necesidad de mejorar”.
Reacción tras finalizar la carrera
Al finalizar, en entrevista con ESPN, Colapinto no ocultó su cansancio y su frustración por los resultados: “No tuvimos ritmo y fue una carrera bastante aburrida”. Además, se refirió a la necesidad de trabajar en su monoplaza y en la estrategia para las próximas competencias, que incluyen el Gran Premio de Azerbaiyán en pocos días, en el que buscará mejorar su rendimiento.
Perspectivas y próximos desafíos
El rendimiento de Colapinto en Monza revela las dificultades técnicas y físicas que todavía enfrenta, pero también su potencial para adaptarse y superarlas. La escudería Alpine, por su parte, busca solucionar los problemas del monoplaza para lograr mejores resultados en carreras venideras y fortalecer la confianza del piloto en medio de un calendario competitivo y exigente.