El primer día del Gran Premio de Austria comenzó con optimismo para Franco Colapinto y el equipo Alpine, pero rápidamente dicha ilusión se evaporó tras un decepcionante segundo ensayo. En la primera práctica libre (FP1), Colapinto finalizó en 16ª posición, a solo 704 milésimas del líder George Russell. Sin embargo, la segunda sesión (FP2) dejó ver una caída drástica en su rendimiento, terminando en el 20° y último lugar, a 1,596 segundos de Lando Norris, quien dominó la tanda.
El contraste entre ambas sesiones fue impactante. Inicialmente, en la FP1, Colapinto completó 26 vueltas, comenzando con neumáticos duros antes de cambiar a los blandos, donde marcó un tiempo de 1m 06,246s. Por su parte, su compañero Pierre Gasly también vio una disminución en su rendimiento, pasando del quinto al 14° puesto, lo que llevó a los ingenieros a revisar exhaustivamente el monoplaza antes de la clasificación del sábado. La razón detrás de esta regresión fue atribuida a modificaciones en el eje delantero realizadas por el equipo, que resultaron en un comportamiento impredecible del auto, generando una notable pérdida de velocidad.
Al final del día, Colapinto expresó su desconcierto respecto a los cambios en su vehículo. Commentó que no se sentía cómodo, especialmente en las curvas rápidas, donde tradicionalmente ha tenido un mejor desempeño. A pesar de estos contratiempos, el futuro del piloto argentino en el equipo parece seguro, ya que Flavio Briatore, asesor de Alpine, ha decidido priorizar la mejora del auto en lugar de hacer cambios de pilotos. De esta forma, Colapinto afronta la jornada con tranquilidad, confiando en poder volver más fuerte para la próxima carrera en Silverstone.