El presidente Javier Milei ha desatado una tormenta mediática tras sus recientes comentarios durante el Congreso de la Libertad Bonaerense, realizado en La Plata. Luego de dedicar una serie de insultos al gobernador Axel Kicillof, Milei recurrió a su cuenta de X para criticar a la prensa, calificando a los periodistas de “imbéciles” y “ratas”. Su enfático mensaje dejó claro que considera a los medios como cómplices de una narrativa que él escandaliza. En su discurso, Milei argumentó que los reporteros estaban más preocupados por sus adjetivos que por los conceptos que intentaba expresar.
Las declaraciones se produjeron en un contexto de tensiones políticas intensificadas por las próximas elecciones en la provincia de Buenos Aires. Milei no solo arremetió contra Kicillof, a quien llamó “pichón de Stalin”, sino que también identificó a la actual administración provincial como un estado de miseria, demandando un cambio radical para abordar lo que él denomina como una crisis estructural. “Si seguimos en este rumbo, la provincia se convertirá en una villa miseria gigante”, aseveró, manifestando su convicción de que las políticas del kirchnerismo continúan perpetuando un ciclo de pobreza y violencia.
Este ataque verbal hacia Kicillof y los medios no es un hecho aislado. En sus intervenciones, Milei ha mantenido una posición beligerante contra aquellos a quienes considera responsables del estado actual del país. Las declaraciones sobre la administración de Kicillof no solo buscan deslegitimar su posición, sino que también intentan conectar con un electorado cansado de la situación económica y social. La retórica incendiaria de Milei parece diseñada para energizar a sus bases mientras se prepara para una feroz batalla electoral en la provincia.