En un escenario de inhestabilidad económica y tensión electoral, el Gobierno de Argentina ha decidido restringir la libertad del mercado de cambios. La estrategia de intervención estatal en el mercado de divisas busca controlar la escalada del dólar y contener la pérdida del peso, en un contexto marcado por la incertidumbre política y la fuga de reservas.
Contexto económico y decisión política
Desde hace meses, Argentina enfrenta una alta demanda de dólares por parte de empresas y particulares, generando una fuerte presión sobre la cotización. La administración de Javier Milei, que se autodefine como el Gobierno más liberal del mundo, había establecido un esquema de flotación de divisas entre bandas, con un piso de 1000 pesos y un techo de 1400 pesos por dólar, pero ahora decide intervenir directamente en el mercado.
Medidas adoptadas para frenar la escalada del dólar
Para evitar una devaluación mayor y mantener las reservas internacionales, el Gobierno tomó varias medidas:
- Venta de contratos de dólar futuro para calmar expectativas alcistas
- Elevación de encajes bancarios por encima del 50%
- Realización de licitaciones de letras del Tesoro con tasas de interés hasta el 75%
Estas acciones buscaban estabilizar el peso, pero no lograron frenar del todo la tendencia bajista, y el dólar siguió escalando, alcanzando valores cercanos a los 1380 pesos.
Impacto político y expectativas de mercado
El desplome del peso y la actitud intervencionista del Gobierno generaron cuestionamientos de economistas y analistas externos, que advierten sobre un efecto restrictivo en la economía real. La inflación y la recesión parecen avanzar, mientras que las reservas del Banco Central continúan en caída.
Reacciones internas y debates sobre la estrategia
El oficialismo justificó la intervención como una medida necesaria para resguardar la estabilidad en un momento crucial de las elecciones legislativas. Sin embargo, figuras como el exministro Domingo Cavallo criticaron las improvisaciones y la falta de una política económica clara. Por su parte, expertos en economía y órganos de control públicamente alertaron sobre el riesgo de caer en una crisis mayor.
Perspectivas futuras y escenario post-electoral
El análisis de los expertos anticipa que, tras las elecciones del domingo, el Gobierno podría ajustar su política monetaria y redefinir objetivos, incluyendo una posible devaluación y cambios en las autoridades financieras. La continuidad o el giro en la estrategia dependerá de los resultados electorales y de las reservas disponibles en el Banco Central.
Mientras tanto, la incertidumbre persiste, y la población mantendrá su atención en la cotización del dólar y en cómo la economía argentina afrontará el próximo período electoral, un momento en el que la política económica es clave para definir el rumbo del país en los meses venideros.