En el transcurso del Gran Premio de Austria, Franco Colapinto vivió un capítulo desafiante durante su carrera. Partiendo desde la 14° posición, el piloto argentino se benefició de la eliminación de varios competidores, lo que le permitió avanzar hasta el puesto 11°. Sin embargo, la situación dio un giro inesperado en la vuelta 31, cuando recibió un fuerte golpe por parte de Yuki Tsunoda, quien competía con Red Bull. Este incidente casi termina de manera catastrófica para Colapinto, aunque logró controlar su monoplaza que, tras el impacto, se fue de cola y experimentó un par de trompos, permitiéndole continuar en la competencia.
Como resultado de la colisión, Tsunoda fue sancionado con una penalización de 10 segundos, una medida que refleja la importancia de la seguridad y las reglas en el automovilismo. Sin embargo, el golpe sufrió el auto de Colapinto, lo que observó una afectación en su rendimiento, posiblemente debido a la rotura de un componente tras la colisión. A pesar de que consiguió seguir en carrera, el argentino fue superado por varios competidores en las vueltas siguientes.
Diez vueltas después del incidente, Colapinto fue llamado a los boxes, donde su equipo le colocó neumáticos duros con la esperanza de que pudiera recuperar terreno en el circuito de Spielberg. Este episodio pone de relieve los desafíos que enfrentan los pilotos en la Fórmula 1, donde un solo incidente puede marcar un giro drástico en la competición. A pesar de las adversidades, Colapinto demostró su determinación al continuar y luchar por un mejor resultado en una carrera que, sin duda, fue intensa y llena de emociones.