El próximo 27 de junio se conmemora el Día del Trabajador del Estado en Argentina, una fecha que representa un reconocimiento a la labor de los empleados públicos en el país. Esta jornada, históricamente marcada por la suspensión de actividades en la administración pública, enfrenta un nuevo escenario este año debido a las recientes decisiones del gobierno nacional. A pesar de un decreto que buscaba eliminar el asueto, la Justicia dictó una medida cautelar que restablece el derecho a la celebración del día.
La importancia de esta fecha radica en que recuerda la aprobación del Convenio Nº 151 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 1978, que promueve la negociación colectiva y el derecho a la sindicalización para los trabajadores del sector público. En este sentido, la Ley 26.876, sancionada en 2013, establece formalmente el 27 de junio como un día de descanso para los empleados de la administración pública nacional.
A pesar de la intención del gobierno de Javier Milei de mantener activa la jornada laboral, el Juzgado Nacional N.º 3 de Primera Instancia del Trabajo resolvió suspender provisionalmente los efectos de su decreto, permitiendo a los trabajadores del Estado el derecho a descansar en su día. Este desenlace se produce en un contexto en el que los representantes sindicales, como Rodolfo Aguiar de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), han estado activos en la defensa de los derechos laborales, lo que refuerza la relevancia de la jornada y su significado para el sector público en Argentina.