Gabriel Oriolo ha decidido renunciar a su puesto como Superintendente de Servicios de la Salud (SSS), el organismo encargado de la regulación y control de las obras sociales en Argentina. Oriolo, quien basó su salida en “motivos personales”, deja su cargo en un contexto crítico, donde casi todas las prestadoras médicas enfrentan serias dificultades financieras y el Gobierno se encuentra en una constante discusión con las empresas de medicina prepaga sobre el costo de los servicios y medicamentos.
Oriolo, un exejecutivo de OSDE, fue designado en su puesto por Mario Lugones, el actual Ministro de Salud. Su renuncia se oficializará el próximo lunes a través del Boletín Oficial. Claudio Stivelman, actual gerente general de la SSS, será su sucesor. Durante su gestión, Oriolo intervino en ocho obras sociales sindicales y, en un esfuerzo por regularizar el sistema, aceleró el cierre de cinco obras que fueron catalogadas como “sellos de goma”, es decir, aquellas que no contaban con el número suficiente de afiliados.
En un mensaje a través de redes sociales, Oriolo defendió su gestión, indicando que logró recuperar el rol fiscalizador de la Superintendencia, un aspecto que había sido descuidado en años anteriores. Afirmó que la crisis en el sistema de salud argentino es estructural y requiere cambios profundos, los cuales se están llevando a cabo bajo la administración del Gobierno Nacional. Oriolo destacó diversas reformas implementadas durante su mandato, las cuales buscan mejorar la transparencia y la eficiencia en el sistema de salud.