ROSARIO.- Las elecciones en Santa Fe celebradas este domingo registraron una histórica baja en la participación electoral, alcanzando solo el 52 por ciento del padrón. Esta cifra marca el menor nivel de asistencia desde el regreso de la democracia. Según un análisis de la Secretaría Electoral de la provincia, la situación fue más crítica en las ciudades principales como la capital provincial y Rosario, donde el número de votantes también resultó inferior al promedio. En las PASO del pasado 19 de abril, la participación había sido del 55 por ciento, lo que ya había generado preocupación entre los distintos sectores políticos.
El escaso interés de los ciudadanos se atribuye, en parte, al intenso frío que se registró durante la jornada, con temperaturas alcanzando los 2 grados bajo cero. A este factor se sumó una aparente apatía hacia las elecciones, que solo implicaban la elección de concejales en distritos clave, lo que llevó a que más de la mitad del electorado decidiera no participar. Pablo Ayala, secretario electoral de la provincia, reconoció que la situación era alarmante y se asemejaba a la experiencia de 2001, cuando se observó un notable aumento del voto en blanco y la deserción en las urnas.
Particularmente preocupante fue la baja participación de los jóvenes entre 20 y 30 años. Este patrón no solo se observó en Santa Fe, sino que también ha sido una tendencia en otras provincias. Gisela Scaglia, vicegobernadora de Santa Fe, expresó su preocupación por esta tendencia nacional y destacó la necesidad de innovar en los mecanismos electorales para motivar a la población a votar. A pesar de varios llamados a la acción por parte de candidatos que intentaron incentivar la participación durante la jornada electoral, el impacto fue mínimo. Los primeros resultados de la jornada reflejan la desconexión entre la política y los votantes, un desafío que deberá ser abordado en el futuro cercano.