En el cierre del congreso libertario celebrado en La Plata, el presidente Javier Milei intensificó su discurso político con ataques directos al gobernador Axel Kicillof y una defensa ferviente de las ideas de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires. Durante su intervención, Milei no escatimó en críticas hacia el kirchnerismo y sus referentes, resaltando su convicción de que la provincia ha estado bajo la misma dirección política durante casi cuatro décadas. La contundencia de su oratoria se vio reflejada en calificativos como “pichón de Stalin”, utilizado para referirse a Kicillof, y otros términos descalificadores como “eunuco” y “pelotudo”, dirigidos tanto al gobernador como al exministro de Economía, Martín Guzmán.
El discurso de Milei se centró también en varios problemas críticos que atañen a la provincia, tales como la educación, la inseguridad y las finanzas. Aseguró que el sistema educativo enfrenta un “desastre” con alarmantes índices de deserción escolar, y cuestionó duramente la situación de seguridad, describiendo el conurbano como un “infierno” y criticando lo que llamó un “garantismo enfermo”. Además, apuntó a la economía provincial, denunciando un déficit presupuestario enorme y un incremento de la deuda del 60% en un año. Milei advirtió que, si la actual administración continúa, la provincia podría convertirse en “una villa miseria gigante”.
Participaron otros funcionarios de La Libertad Avanza, quienes también se hicieron eco de sus críticas a la gestión provincial. Patricia Bullrich, ministra de Seguridad, se pronunció en contra del apoyo gubernamental a los victimarios, mientras que José Luis Espert calificó a la provincia como una “covacha de inútiles, corruptos y delincuentes”. En respuesta, Kicillof organizó un evento en la Universidad Nacional de La Plata para abordar temas de seguridad, defendiendo su gestión y reclamando a Milei una deuda de 650.000 millones de pesos. El contraste entre ambos discursos resuena como un anticipo de lo que vendrá en las elecciones, con cada bando afilando sus argumentos y estrategias.