Decisión presidencial y sus implicancias legales
El presidente Javier Milei ha decidido aceptar la renuncia del juez federal de Rosario, Marcelo Bailaque, quien estaba bajo acusaciones graves que incluyen protección a narcotraficantes, extorsión y malversación de fondos públicos. Esta decisión, confirmada oficialmente y publicada en el Boletín Oficial, suspende el proceso de juicio político en su contra y le permite acceder a una jubilación privilegiada, aunque existen posibilidades de arresto tras la oficialización.
Contexto de las acusaciones y proceso judicial
El magistrado fue acusado por una serie de hechos que dañan la credibilidad del sistema judicial y comprometen la lucha contra el narcotráfico. Entre las principales acusaciones se destacan su vínculo con el narcotraficante Esteban Lindor Alvarado, la manipulación de causas por extorsión a empresarios y el manejo irregular de fondos en una cooperativa de estibadores.
El papel del Consejo de la Magistratura y las organizaciones civiles
Hasta antes de la aceptación de la renuncia, el proceso de enjuiciamiento seguía su curso en el Consejo de la Magistratura, donde la Comisión de Acusación, presidida por el senador Luis Juez, había votado un dictamen unánime en su contra. La Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) y el Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (INECIP) solicitaron al gobierno que rechace formalmente la renuncia, considerando que esta vía podría favorecer la impunidad y obstruir la rendición de cuentas.
Consecuencias jurídicas y escenario institucional
El decreto presidencial, elaborado en conjunto por el presidente y el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, eliminará el proceso de juicio político y permitirá que Bailaque pueda acceder a una jubilación de privilegio. Sin embargo, si se oficializa su renuncia, podría quedar detenido según la normativa vigente. La medida refleja las tensiones existentes entre el esquema judicial y los intereses políticos y económicos en juego.
Historial y vínculos políticos del juez
Bailaque asumió en 2008 en un contexto de fortalecimiento de sus vínculos con sectores del kirchnerismo naciente en Santa Cruz, disfrutando de protección política que, según informes judiciales, incluyó demoras en causas relacionadas con narcotráfico y otros delitos complejos. La sospecha de beneficiar a organizaciones como la banda Los Monos avala la percepción de una justicia con claros aspectos de protección y corrupción.
Reacciones y análisis de las instituciones
Las organizaciones civiles y los sectores republicanos consideran que la aceptación de la renuncia es una forma de evitar el juzgamiento efectivo, traspase que puede promover la impunidad. La controversia también refleja una tensión mayor en la política argentina frente a la lucha contra la corrupción y la protección de los derechos básicos.