El Gobierno nacional se encuentra en un proceso de reconfiguración de su agenda política, con la emisión próxima de una serie de decretos que buscan modificar y eliminar organismos públicos, así como realizar cambios significativos en el área de Energía. Estas medidas llegan en un momento en el que la centralidad del debate político estuvo marcada por la figura de Cristina Kirchner y el conflicto internacional en Medio Oriente, pero ahora la atención parece orientar hacia la estrategia electoral y la gestión interna.
Fuentes oficiales adelantan que estos decretos fueron cuidadosamente planeados y apuntan a mostrar gestión y resultados concretos en medio de un escenario parlamentario poco favorable para avanzar con reformas por la vía legislativa. La intención del Gobierno es, además, aprovechar estos movimientos para potenciar figuras y presentarse de manera activa en la campaña electoral, buscando consolidar un dirige en su base y proyectar certidumbre en un año electoral donde la provincia de Buenos Aires será clave.
Entre las futuras acciones, se esperan cambios en organismos públicos y modificaciones en el sector energético, con el objetivo de ajustar estructuras y mejorar la eficiencia. Mientras tanto, la atención de los actores políticos estará puesta en las definiciones de candidaturas y en el impacto que estos movimientos puedan tener en la opinión pública, en un contexto en el que las decisiones del Ejecutivo buscan también desacatar el control sobre la agenda pública, favoreciendo la estrategia electoral y la percepción de gestión efectiva.