La capacidad del cuerpo humano para sobrevivir sin alimentos o agua plantea un dilema fascinante, especialmente en situaciones extremas. Según estimaciones, una persona puede estar semanas sin ingerir comida, pero solo entre 2 y 4 días sin agua. Estas cifras son aproximadas, ya que no existen estudios científicos directos sobre el tema, debido a consideraciones éticas en la investigación.
Uno de los casos más notables de supervivencia extrema involucra a Andreas Mihavecz, quien en 1979 pasó 18 días sin comida ni agua, olvidado en una celda. A pesar de su recuperación después de ser rescatado, su caso muestra los límites a los que puede llegar el cuerpo humano. La duración de la supervivencia sin alimentos depende de diversos factores como el sexo, la composición corporal, y las condiciones ambientales, siendo que las personas con mayores reservas de grasa pueden soportar más tiempo sin comer.
En cuanto al agua, el escenario es mucho más crítico. La investigación de dos científicos en 1944, quienes pasaron entre 3 y 4 días sin agua, subraya el hecho de que la falta de hidratación produce síntomas severos en pocas horas. Estos pueden incluir sed intensa, mareos y confusión mental, convirtiendo la hidratación en una necesidad vital inmediata para el organismo.