¿Nos conducen las matemáticas a Dios? Esa fue la pregunta con la que Martin Nowak, profesor de matemática y biología de la Universidad de Harvard, comenzó su ponencia en el congreso anual de la Sociedad de Científicos Católicos que se llevó a cabo en Washington D. C. En el evento, Nowak aseguró que la experiencia matemática puede entenderse como una forma de apertura a lo divino, es decir, como un medio para acercarse a Dios.
De acuerdo con la información difundida por la Agencia Católica de Informaciones (ACI), Nowak citó a San Agustín, un influyente teólogo y filósofo, quien planteó que “juzgamos las matemáticas en la verdad mediante un criterio que está dentro de nosotros. Esa es, por supuesto, la doctrina de la iluminación divina”. En su discurso, el profesor también comentó que las matemáticas son eternas y atemporales. Esta visión desafía el materialismo y el naturalismo, argumentando que aceptar la naturaleza eterna de las matemáticas es un paso hacia la fe en Dios.
Además, Nowak comparó el arte de las matemáticas con el amor, sugiriendo que ambas experiencias nos ayudan a entender quiénes somos y cuál es nuestro propósito. Estableció una conexión entre el concepto de infinito en las matemáticas y la vida eterna en el cristianismo, afirmando que “las matemáticas tratan sobre la verdad con mayúscula”, lo que permite un acercamiento a la noción de un ser infinito como Dios. Dicha conexión no es nueva para Nowak, quien ha explorado este tema en sus publicaciones, indicando que tanto la vida como las leyes de la evolución son manifestaciones de principios matemáticos subyacentes que nos conectan con una verdad eterna.