El albedo, una fuente oculta de beneficios nutricionales
La capa blanca ubicada entre la cáscara y la pulpa de los cítricos, conocida como albedo, suele descartarse por su sabor amargo y textura fibrosa. Sin embargo, estudios científicos muestran que este componente es una fuente significativa de fibra dietética y compuestos bioactivos beneficiosos para la salud.
Composición y nutrientes del albedo
El grosor del albedo varía según la especie y variedad del cítrico. En el caso de los pomelos, por ejemplo, es mucho más prominente que en las mandarinas. Entre sus nutrientes principales se encuentran la fibra soluble, como la pectina, flavonoides (naringenina y hesperidina), vitamina C, carotenoides, polifenoles y minerales como calcio, potasio y magnesio.
Beneficios para la salud
Mejora de la salud intestinal
La fibra del albedo favorece el tránsito intestinal, combate el estreñimiento y promueve una microbiota saludable. La pectina actúa como prebiótico, alimentando bacterias beneficiosas en el intestino y ayudando a mantener un microbioma equilibrado. Además, contribuye a la sensación de saciedad y ayuda a regular los niveles de azúcar en la sangre, siendo un aliado en la prevención del síndrome metabólico.
Propiedades antioxidantes
Los flavonoides presentes en el albedo, como la naringina y la hesperidina, tienen efectos antioxidantes que combaten el estrés oxidativo y el daño celular. La hesperidina, en particular, tiene propiedades antiinflamatorias que mejoran la circulación sanguínea y reducen el riesgo de hipertensión y aterosclerosis.
Regulación de la glucosa y reducción del colesterol
La fibra soluble ralentiza la absorción de azúcares, ayudando a estabilizar los niveles de glucosa en sangre, especialmente en personas con diabetes. Además, la pectina puede unirse a los ácidos biliares, favoreciendo la excreción del colesterol LDL y previniendo la formación de placas arteriales.
Cómo incorporar el albedo en la dieta
El consumo ocasional del albedo puede potenciar los beneficios de los cítricos. Algunas formas recomendadas son rallarlo para añadir en licuados, incluirlo en mermeladas caseras, secarlo para infusiones o molerlo para usarlo como polvo en recetas dulces. Es preferible consumirlo en estado crudo o ligeramente procesado para preservar sus propiedades.
Precauciones y contraindicaciones
Personas con cuadros de gastritis, alergias a cítricos, problemas dentales o predisposición a cálculos renales deben consumir el albedo con precaución. Además, quienes tengan síndrome de colon irritable o intestino sensible podrían experimentar molestias digestivas leves. Se recomienda introducirlo progresivamente y consultar a un profesional de salud en caso de dudas.