El lichi, también conocido como lychee, es una fruta tropical que destaca por su alto contenido de vitamina C, superando a la naranja. Originaria del sur de China, esta fruta ha sido valorada durante siglos y su cultivo se extendió a regiones del sudeste asiático y otras áreas tropicales en todo el mundo, incluyendo Centroamérica, Australia y Nueva Zelanda.
Con aproximadamente cuatro centímetros de diámetro, el lichi presenta una cáscara rugosa y rojiza que no es comestible, pero su interior de pulpa blanca, translúcida, jugosa y dulce es el principal atractivo. Además de su sabor peculiar, el lichi tiene un perfil nutricional que lo convierte en un aliado para la salud. Contiene un 71,5 mg de vitamina C por cada 100 gramos, lo que lo hace más nutritivo en este aspecto que la naranja, que aporta 50 mg por cada 100 gramos. La vitamina C en el lichi ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la circulación sanguínea y proteger las células del daño oxidativo.
Numerosos estudios avalan las propiedades antioxidantes del lichi, que junto con su bajo contenido de grasas y sodio, contribuyen a promover una buena salud cardiovascular. La fruta también es una fuente de minerales como potasio y magnesio, además de vitaminas del complejo B. Se utiliza en diversas recetas, tanto en su forma fresca como en preparaciones culinarias más elaboradas, que van desde ensaladas hasta platos salados, bebidas y salsas. Aunque todavía se requieren más estudios científicos para confirmar todos sus beneficios, el lichi continúa siendo valorada como un alimento saludable y nutritivo.