Un análisis sobre la peligrosidad del monóxido de carbono en incidentes fatales
El cardiólogo Jorge Tartaglione participó en LN+ para analizar la reciente tragedia en Villa Devoto, donde cinco personas murieron por inhalación de monóxido de carbono. El especialista informó que en Argentina ocurren aproximadamente 4000 intoxicaciones anuales por esta sustancia, resaltando su carácter de gran simulador.
La peligrosidad del monóxido de carbono
Según Tartaglione, el principal riesgo del monóxido de carbono radica en que no es visible, ni oloroso, ni detectable por el tacto. Esto hace que sea uno de los gases más peligrosos, ya que muchas personas pueden inhalarlo sin advertirlo hasta que los síntomas aparecen en estados avanzados.
Recomendaciones para prevenir intoxicaciones
El especialista enfatizó que las personas con diabetes, sobrepeso y adultos mayores deben extremar cuidados en el uso y mantenimiento de artefactos que puedan generar monóxido de carbono. Además, alertó que no solo los escapes de gas representan un peligro, sino también braseros y estufas a leña, que producen combustión y deben ser utilizados con precaución, ventilados y revisados periódicamente.
Detalles del incidente en Villa Devoto
En la noche del sábado, en la calle Sanabria al 3700, se produjo una emergencia que culminó en la trágica pérdida de cinco vidas, compuestas por cuatro adultos y una menor. La policía de la Ciudad encontró en el lugar a un bebé con vida, que fue trasladado con éxito al Hospital Zubizarreta.
Mientras personal del SAME continúa en el lugar, las autoridades investigan las causas exactas del escape de gas que provocó esta fatalidad. La situación conmocionó a la comunidad y reactivó las alertas sobre la importancia de mantener en condiciones seguras los artefactos de combustión en los hogares.
Reflexiones sobre las medidas preventivas
Tartaglione insistió en que las instalaciones y revisiones periódicas son fundamentales para prevenir tragedias similares. También recomendó instalar detectores de monóxido de carbono en viviendas, especialmente en aquellas donde se usan estufas a leña, braseros o calderas.
La ocurrencia de estos episodios refuerza la necesidad de concientizar sobre la prevención de intoxicaciones por monóxido y promover acciones que protejan tanto a las familias como a las comunidades en general.