Una problemática que se intensifica en el hospital pediátrico más importante del país
El Hospital Garrahan enfrenta desde hace años un proceso de pérdida de personal que, según informes y registros internos, se ha profundizado en los últimos años, especialmente durante el gobierno de Javier Milei. La cantidad de bajas, renuncias y jubilaciones genera preocupación entre los gremios y las autoridades, que coinciden en que la raíz del problema radica en los bajos salarios y el alto desgaste laboral.
¿Qué dicen los registros históricos sobre las bajas de personal?
Desde 2018, los datos documentados muestran un aumento progresivo en las bajas en el personal del hospital. En ese año, se registraron 199 bajas, de las cuales 33 fueron renuncias. En 2021, la cifra se elevó a 259 bajas, destacándose un aumento en las renuncias y jubilaciones. El año pasado, las cifras llegaron a 221 bajas, con 99 por renuncias —el porcentaje más alto en los últimos años—, y este año, la tendencia continúa con 55 bajas en los primeros cinco meses. La mayoría de los empleados que abandonan sus funciones son profesionales de la salud, incluyendo médicos, enfermeros, bioquímicos y nutricionistas.
¿Quiénes son las víctimas del éxodo?
Las víctimas del proceso de pérdida de talento en el Garrahan son, principalmente, profesionales altamente capacitados que desempeñan funciones en áreas críticas y de alta complejidad. La doctora María Santiago Reyes, responsable del estudio, destacó que en mayo de 2025, se produjeron 45 renuncias y otras más de 80 hasta noviembre del año pasado. La consecuencia, según analiza el gremio APyT, es que los equipos se van desgranando, afectando la calidad de atención y los procesos internos del hospital.
El impacto también se refleja en los niveles de agotamiento y desmotivación de los trabajadores, quienes denuncian que no se realizan los concursos necesarios para reclutar personal y reemplazar a los que se retiran, lo que genera déficit en áreas fundamentales como cuidados intensivos, emergencias y cirugías.
Perspectiva institucional y opiniones
Las autoridades del Garrahan niegan una “fuga masiva” de profesionales, asegurando que las bajas se corresponden con los movimientos habituales del sistema de salud, como jubilaciones, fallecimientos y finalización de contratos. Desde el consejo de administración aseguran que en los últimos tres años se han incrementado las altas, con un balance positivo en la incorporación de personal en áreas críticas, aunque admiten que la crisis requiere soluciones estructurales.
El equipo directivo destaca además que en los últimos meses se están implementando estrategias para mejorar las condiciones laborales, incluyendo la incorporación de nuevos profesionales y la revisión de los presupuestos para mejorar los salarios y las condiciones de trabajo.
Reacciones del gremio y el contexto actual
Los sindicatos, en particular la Asociación de Profesionales y Técnicos (APyT) y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), mantienen un fuerte reclamo salarial, argumentando que los bajos ingresos dificultan la retención de profesionales en un contexto de alta demanda y exigencia laboral. La situación ha llevado a bloqueos, movilizaciones y a una crisis de confianza en las autoridades del hospital.
Desde el sector estatal advierten que la crisis del Garrahan no es exclusividad del hospital, sino que refleja la problemática general del sistema de salud argentino, agravada por la inflación, la falta de concursos y la alta carga laboral sobre los profesionales.
Necesidad de políticas públicas y soluciones estructurales
Los expertos coinciden en que la problemática requiere una intervención de largo plazo y políticas públicas sólidas para asegurar la calidad y la sostenibilidad del personal sanitario. Recomendaciones como mejorar las condiciones salariales, realizar concursos transparentes y ofrecer mejores condiciones laborales son prioridades para evitar una crisis irreversible en uno de los hospitales pediátricos más importantes del país.
La discusión está abierta y en la agenda parlamentaria ya figura la posibilidad de considerar un proyecto de ley de emergencia sanitaria que incluya medidas específicas para fortalecer la plantilla del Garrahan y otros centros de alta complejidad.