El calendario lunar de julio 2025 revela las fases del satélite natural, destacando la Luna llena, que ocurrirá el 10 de julio, en medio de las otras fases que incluyen la luna nueva, cuarto creciente y cuarto menguante. Esta información es clave para astrónomos, aficionados y personas que creen en los efectos de las fases lunares en diferentes aspectos de la vida cotidiana. La Luna llena, además de ser un espectáculo, marca momentos en que el satélite está completamente iluminado y visible en el cielo nocturno, popular en muchas culturas y tradiciones. La conocida como Luna del Ciervo, se asocia con el inicio del verano en Norteamérica, y lleva otros nombres como Luna de Salmón o Luna de Trueno, dependiendo de distintas culturas y fenómenos climáticos.
El 3 de julio, además, ocurre el evento astronómico del afelio, cuando la Tierra alcanza su máxima distancia del Sol, situándose a unos 152 millones de kilómetros. Este fenómeno, aunque no visible, influye en las condiciones climáticas y en ciertos patrones astronómicos. La comprensión de las fases de la Luna ayuda a planificar actividades de observación, así como proyectos relacionados con astrología y mitología. La Luna pasa por cuatro fases principales en aproximadamente cada 28 días, marcadas en momentos precisos que afectan la iluminación visible y, según creencias, también el estado de ánimo, las mareas y otros fenómenos terrestres. La próxima Luna llena en julio 2025 será una oportunidad ideal para explorar el cielo y apreciar el ritmo natural que marca el satélite en nuestro sistema solar, que además influye en muchas tradiciones antiguas y modernas.
En definitiva, conocer el calendario lunar y sus fases en julio ayuda a comprender mejor los ciclos naturales y a aprovechar los momentos ideales tanto para observación astronómica como para actividades esotéricas o de cuidado personal, como cortes de cabello, plantación o actividades de relajación. La relación entre la Luna y su influencia en diferentes aspectos sigue siendo un tema de interés científico, cultural y espiritual, y el mes de julio no es la excepción, con eventos visiblemente relevantes en el cielo nocturno.