El gas intestinal, conocido comúnmente como flatulencia, es el resultado de un proceso fisiológico natural. Se produce cuando el cuerpo descompone los alimentos que ingerimos y genera gases como parte del proceso digestivo. Sin embargo, algunas comidas pueden intensificar este fenómeno, lo que provoca molestias como hinchazón, distensión abdominal e incomodidad. Si se tiene una cita, una reunión o se va a compartir con otras personas, puede ser útil saber qué alimentos conviene evitar.
A modo de resumen, los alimentos que más gases intestinales generan son: legumbres como porotos, lentejas, garbanzos y alubias; verduras crucíferas como brócoli, coliflor, lechuga y repollitos de Bruselas; lácteos como leche, queso y helado (especialmente en personas con intolerancia a la lactosa); cereales integrales como avena y pan integral; bebidas carbonatadas como gaseosas y cerveza; y edulcorantes artificiales como sorbitol y xilitol.
Las legumbres son conocidos generadores de gases debido a que contienen oligosacáridos, un tipo de carbohidrato que el intestino humano no puede digerir completamente. Por su parte, las verduras crucíferas, aunque nutritivas, contienen rafinosa, un azúcar difícil de descomponer. Los lácteos pueden causar gas en personas con intolerancia a la lactosa, mientras que el exceso de fibra de los cereales integrales también puede provocar molestias. Las bebidas carbonatadas contribuyen a la hinchazón por el dióxido de carbono que contienen, y los edulcorantes artificiales no se absorben bien, generando gases en el colon debido a su fermentación.