El 23 de julio de 1982, Hollywood vivió una de sus tragedias más impactantes durante la filmación de “Twilight Zone: The Movie”, cuando un helicóptero se estrelló, resultando en la muerte del reconocido actor Vic Morrow y dos niños que participaban en la escena, Myca Dinh Le y Renee Shin-Yi Chen. Este trágico accidente no solo cobró tres vidas, sino que alteró de manera irrevocable las reglas de seguridad en la industria del cine, marcando el comienzo de una nueva era en la supervisión de filmaciones y el tratamiento en el set.
La película, un homenaje a la icónica serie creada por Rod Serling, involucró a un elenco de directores de renombre, como Steven Spielberg y John Landis, quien estaba a cargo del segmento que resultó ser fatal. La secuencia final requería la integración de helicópteros, explosiones y actores infantiles, acciones que, bajo la dirección de Landis, fueron llevadas a cabo sin los debidos permisos y en violación de las leyes laborales de California. La arrogancia del director al ignorar las advertencias sobre la seguridad en el set propició un escenario de alto riesgo, culminando en una serie de explosiones que llevaron al accidente mortal.
Las repercusiones legales fueron inmediatas. Este incidente que dio origen al primer juicio criminal de la historia de Hollywood estableció un precedente sobre la responsabilidad de los cineastas con respecto a la seguridad en el set. Aunque finalmente Landis y otros cuatro coacusados fueron absueltos de homicidio involuntario, la tragedia catalizó una revolución en las normas de seguridad cinematográfica, llevando a Hollywood a adoptar nuevas regulaciones que priorizan la seguridad de todo el personal involucrado. Cuatro décadas después, aún se recuerda como un momento crucial en la historia del cine que ha salvado vidas en el trabajo y previene que se repitan tales tragedias.