El origen y la filosofía del proyecto
Fundado en 2009 por Coco Oderigo, Los Espartanos utilizan el rugby para promover la reintegración social y el respeto entre las personas privadas de libertad. La iniciativa surge a partir de una experiencia personal, cuando Oderigo, que trabajaba en el Poder Judicial, decidió visitar una cárcel y entender las dificultades y potencialidades del sistema penitenciario argentino.
Expansión y alcance en el sistema penitenciario
Actualmente, el programa tiene presencia en 46 cárceles de todo el país, incluyendo una unidad femenina. De una población total de aproximadamente 140.000 personas privadas de libertad, más de 2000 participan activamente en el rugby. Aunque todavía representa un porcentaje reducido, la iniciativa busca ampliar su alcance y fortalecer el proceso de rehabilitación.
El valor del deporte en contextos de violencia
Oderigo explicó que el rugby, un deporte que puede parecer agresivo, en este contexto ayuda a canalizar la violencia. La clave está en que las reglas del juego y la disciplina enseñan a los presos a gestionar su agresividad y a convivir con otros, promoviendo un cambio de conducta.
Señaló que, en el pasado, algunos internos evitaban participar en actividades religiosas o educativas, pero ahora encuentran en el deporte una vía para expresar sus emociones y aprender a respetar límites. Un ejemplo de ello es que, en lugar de pelearse o portar armas, los internos se desafían en la cancha con el objetivo de ganar y aprender la importancia del trabajo en equipo.
Impacto en la reinserción y reducción de reincidencias
Desde su creación, los índices de reincidencia de los participantes en Los Espartanos son inferiores al 5%, una cifra que refleja el impacto positivo del programa en la vida de los internos. El rugby, además de fomentar la disciplina y el respeto, genera en ellos un sentido de pertenencia y autoestima.
El rol de la sociedad y el sistema penitenciario
Oderigo enfatiza que el éxito del proyecto beneficia a toda la sociedad. Cuando estos internos recuperan valores, respeto y responsabilidad, contribuyen a reducir la violencia y la delincuencia al reintegrarse en la comunidad. La presencia del deporte también favorece un cambio en la percepción pública sobre la rehabilitación y las posibilidades de cambio en las personas en conflicto con la ley.
Perspectivas y desafíos futuros
El fundador de Los Espartanos sostiene que el próximo objetivo es ampliar la cobertura del programa y continuar trabajando con el sistema penitenciario para generar un impacto sostenido. La experiencia demuestra que el rugby no solo forma deportistas, sino también ciudadanos responsables.
Palabras finales
Para Oderigo, el deporte actúa como motor de transformación social. La experiencia en las cárceles argentinas confirma que, con disciplina y reglas claras, se puede convertir una actividad violenta en una herramienta de paz y cambio.