El fallo de Preska y la estrategia del sistema judicial estadounidense
El lunes, en una decisión clave en Nueva York, la jueza Loretta Preska ordenó la recuperación en favor del fondo Burford de acciones de YPF actualmente en poder del Estado argentino. Este fallo revela cómo el sistema judicial internacional se ha convertido en un escenario donde se dibuja la compleja trama de corrupción y alianzas en torno a la empresa energética. La decisión de Preska, que implica una especie de reprivatización de facto, se enmarca en un proceso que evidencia el impacto de las relaciones políticas y empresariales en la justicia y sus decisiones.
La obsesión de Néstor Kirchner con YPF y las fantasías de control energético
Desde antes de llegar a la presidencia, Néstor Kirchner manifestó interés en tener control total sobre el sector energético. Su deseo inicial de crear Enarsa, y posteriormente la aspiración de comprar YPF, orientaron su política hacia un control directo. La visión incluyó movilizaciones diplomáticas y negociaciones con empresas españolas, especialmente Repsol, en un intento por adquirir participación en la petrolera. Kirchner soñaba con que Argentina controlara su propia política energética, incluso imaginando un gasoducto que uniera Venezuela con Buenos Aires en una especie de delirio borgiano.
El papel de Repsol, la familia Eskenazi y la política española
Repsol, entonces controladora de YPF, fue un actor central en este entramado. La familia Eskenazi, representada por Enrique y Sebastián Eskenazi, se convirtió en socios clave. Su ingreso a YPF fue facilitado a través de una operación que les permitió adquirir un 25% sin desembolso inicial, mediante dividendos y otras fórmulas financieras. La historia de los Eskenazi, que provenían del sector bancario y de la construcción, revela un patrón de negocios en el que siempre primó la cercanía con el poder político y las instituciones estatales.
La relación con la política argentina y la posterior estatización
Tras el fallecimiento de Néstor Kirchner en 2010, los vínculos entre los Eskenazi y la oficialidad comenzaron a tensionarse. Sin embargo, la relación se rompió definitivamente en diciembre de 2011, cuando Cristina Kirchner decidió avanzar con la estatización de YPF, en una operación que tuvo el apoyo de funcionarios como Zannini y Kicillof. La estrategia legal de backend se centró en justificar la expropiación ignorando aspectos legales y legales que habrían favorecido a los Eskenazi, quienes a partir de entonces quedaron en un limbo legal y financiero.
El juicio en Estados Unidos y la influencia del fiscal y sus conflictos de interés
El caso Burford y la demanda por indemnización de los Eskenazi y Repsol desataron una disputa judicial en Nueva York. El manejo de la defensa por parte del Estado argentino estuvo marcado por errores y conflictos de interés, como la vinculación del actual procurador del Tesoro, Andrés de la Cruz, con los Eskenazi y su estudio jurídico. La estrategia legal se volcó en penalizar la adquisición de derechos en España por parte de Burford, alegando irregularidades en las compras, pero sin resultados concretos hasta hoy.
Confesiones, secretos y vaults de la familia Eskenazi
Las declaraciones del contador Víctor Manzanares revelaron la existencia de una bóveda con solo dos llaves, que albergaba fondos ilegales vinculados a la familia Kirchner y los Eskenazi. La relación entre las cofradías empresariales y los políticos siguió generando suspicacias sobre la ausencia de justicia efectiva y la existencia de una corrupción sistémica.
Implicaciones de una historia de poder, impunidad y negociados
Las conexiones entre los Eskenazi, políticos, empresarios y jueces parecen demostrar que en Argentina no solo hay episodios aislados de corrupción, sino un sistema que funciona como una usina que produce estas miserias. La relación transversal y aún vigente entre estos actores mantiene abierto un escenario marcado por la incertidumbre legal, la impunidad y las posibles negociaciones encubiertas que aún esperan ser esclarecidas.