Debido a las extremas bajas temperaturas y nevadas, cinco provincias argentinas decidieron suspender las clases este lunes para proteger la salud de estudiantes, docentes y personal escolar. En San Luis, Mendoza, Catamarca, Tucumán y San Juan, las autoridades dispusieron medidas diferentes, desde suspensión total de actividades en todos los niveles hasta el ingreso tardío en algunos casos, para reducir los riesgos asociados al intenso frío que afecta a estas regiones.
En San Luis, el Ministerio de Educación coordinó con otros organismos la suspensión del turno mañana en todas las instituciones públicas y privadas. La misma medida se aplicó en Catamarca, cuyo sistema educativo entero quedó sin clases en ese horario, en busca de prevenir incidentes y cuidar la salud. Mendoza también optó por suspender las clases en el turno matutino, además de reducir la actividad en la Universidad Nacional de Cuyo. Por su parte, en San Juan, nueve departamentos tuvieron la jornada sin actividades presenciales completas, y en Tucumán, la ministra de Educación comunicó que las clases se postergaron en toda la provincia, tanto en instituciones públicas como privadas, con la opción de recuperarlas en modalidad virtual o en fechas posteriores.
En la Patagonia, las autoridades también tomaron medidas específicas dadas las condiciones climáticas extremas, principalmente en Río Negro, donde se implementó ingreso tardío a los establecimientos. En otras localidades, se suspendieron actividades escolares en ciertos niveles para evitar que los alumnos corrieran riesgos. La Universidad del Comahue también optó por el trabajo remoto en sus oficinas, anticipando temperaturas que promedian los diez grados bajo cero en varias zonas. Neuquén, en cambio, mantiene la actividad escolar normal, dejando en manos de cada institución la decisión de suspender o no las clases ante la ola polar que atraviesa la región.