El partido entre París Saint Germain e Inter Miami en los octavos de final del Mundial de Clubes 2025 dejó a muchos con una sensación de asombro tras la contundente victoria del equipo francés por 4 a 0. La actuación del PSG no solo supuso una demostración de su calidad como campeón de Europa, sino que también suscitó interrogantes sobre el futuro de Lionel Messi y su desempeño en el próximo Mundial. Con el argentino liderando a un equipo que no pudo igualar la superioridad técnica y física de los franceses, la balanza se inclinó rápidamente desde el inicio del juego.
El primer tiempo fue una exhibición de control absoluto por parte de PSG, que no tardó en abrir el marcador gracias a João Neves, quien se convirtió en una de las figuras del encuentro por su doblete. A medida que el partido avanzaba, los errores defensivos de Inter Miami se volvieron evidentes, siendo incapaces de contener el asedio del equipo parisino. Messi, por su parte, tuvo pocas oportunidades para brillar, lo que dejó a los aficionados y analistas cuestionando su adaptación a la MLS y su eficacia ante competidores de alto nivel. La presión constante ejercida por los jugadores de PSG hizo que el argentino apenas pudiera lucirse y, en las pocas ocasiones que lo intentó, se encontró rodeado por defensores.
Este escenario plantea serias dudas sobre lo que podría suceder en el Mundial de 2026, donde Messi, por su experiencia y talento, se espera que corte con las expectativas de Argentina. El espectáculo del PSG mostró lo que se podría ver en los próximos años, con jugadores de élite que podrían ser adversarios en las competiciones internacionales. Sin embargo, también es importante considerar el entorno en el que Messi se mueve en su club actual, que aunque tiene estrellas como Luis Suárez y Sergio Busquets, no ha logrado establecer una sinergia equiparable a la de sus años en el Barcelona. La afición, a pesar del dolor de la eliminación, aplaudió su esfuerzo, evidenciando la fe y el respeto que se le tiene al ícono del fútbol.