La arqueología es fundamental para comprender la historia de la humanidad, ya que a través del estudio de restos materiales, como estructuras o herramientas, se puede reconstruir cómo eran las civilizaciones del pasado. Esta vez, en Francia, investigadores realizaron un impresionante hallazgo que evidenció cómo era la vida en Europa durante el gobierno del último imperio romano.
Durante excavaciones recientes en la ladera de una colina con vista a la ciudad de Ales, al sureste de Francia, arqueólogos del Instituto Nacional de Investigaciones Arqueológicas Preventivas (INRAP) descubrieron un asentamiento galorromano. El hallazgo incluye un notable mosaico que habría adornado una lujosa residencia, así como estructuras habitacionales y una necrópolis, lo que sugiere una ocupación continua de la zona entre los siglos II y VI.
Los trabajos arqueológicos se desarrollaron en un área de unos 3750 metros cuadrados, en el sector conocido como L’Ermitage. Allí salieron a la luz al menos cuatro viviendas que estaban parcialmente enterradas, cuyos muros internos estaban recubiertos con arcilla para protegerlas de la humedad. El descubrimiento más destacado fue un edificio de aproximadamente 750 metros cuadrados que pasó por al menos dos remodelaciones, revelando un suelo decorado con un mosaico de motivos geométricos en colores vibrantes, lo que destaca el arte y la cultura de la época.