En el Gran Premio de Austria, Franco Colapinto demostró su valía al concluir en la 15ª posición, superando notables adversidades en un campeonato donde su auto Alpine carecía de ritmo competitivo. Desde el inicio, Colapinto, quien partió desde la 14ª posición, se enfrentó a un caótico comienzo de carrera donde el joven Kimi Antonelli expulsó a Max Verstappen, lo que le permitió ganar posiciones rápidamente. Sin embargo, la ilusión de sumar puntos se desvaneció debido a las limitaciones de su vehículo y a incidentes en carrera que afectaron su desempeño.
El piloto argentino tuvo un momento crítico en la vuelta 31, cuando Yuki Tsunoda, de Red Bull, lo golpeó por detrás, provocando un trompo en el que afortunadamente no hubo daños significativos, pero que le dio a Tsunoda una penalización de 10 segundos. A pesar de la penalización, Colapinto siguió luchando y mostrando su agilidad al volante. Además, estuvo involucrado en una maniobra durante la cual bloqueó a Oscar Piastri, que intentaba descontarle una vuelta, lo que le valió una sanción de 5 segundos.
A pesar de terminar en una posición desfavorable, Colapinto evidenció su progreso y habilidad a lo largo de la carrera. Con tiempos de vuelta competitivos y un rendimiento que a menudo superaba el de su compañero Pierre Gasly, el argentino mostró que, aunque su auto no era el más rápido, su capacidad para manejar bajo presión refleja su crecimiento como piloto. Con la próxima carrera en Silverstone en el horizonte, Colapinto se siente optimista y determinado a seguir mejorando cada fin de semana.