Durante siglos, el tarot fue visto como una herramienta reservada para unos pocos elegidos, como reyes y emperadores que buscaban predicciones para guiar sus decisiones. Originalmente con raíces en el antiguo Egipto y en la tradición hermética, hoy se presenta una nueva mirada hacia esta práctica. En lugar de consultarlo como un oráculo externo, surge el concepto de tarot cuántico, que invita a utilizarlo como un espejo que refleja nuestras propias realidades y nos ayuda a activar una percepción más consciente.
El tarot cuántico no busca predecir el futuro, sino más bien activar una conciencia del presente. Gabriela Píccoli, conferencista y activista cuántica, explica que esta práctica se basa en la comprensión de que el tiempo no es lineal. En un estudio de la física cuántica, se plantea que pasado, presente y futuro coexisten, permitiendo acceder a nuevas posibilidades si se cambia la forma en que habitamos el presente. “No buscamos decirte qué va a pasar. La clave está en observar tu presente, tu frecuencia actual, y desde ahí ver qué caminos se abren si se amplían las posibilidades de percepción”, afirma Píccoli.
Esta nueva interpretación del tarot implica un cambio de mentalidad, promoviendo una perspectiva más amplia sobre la vida. Píccoli resalta la importancia de la conciencia en el acto de amar y vivir, ya que leer el presente con un enfoque negativo puede llevar a emociones como el miedo y la urgencia. En cambio, una mirada expansiva permite descubrir más opciones y oportunidades, ayudando a los individuos a transformar su experiencia diaria. La propuesta del tarot cuántico invita a detenerse, reflexionar y reconocer que nuestra conciencia puede modificar la manera en que experimentamos la realidad, convirtiéndola en una herramienta de autoconocimiento y cambio personal.